sábado, 1 de julio de 2017

Travesía Cubillo de Ojáncano-Cubillo de la Anjana

Participantes: David, José Manuel, Miguel y Yolanda.
Fecha: 1 de julio de 2017.


Hacía más de nueve años que fuimos por primera vez  a este sistema, que se encuentra en Cantabria, entre Liérganes y Mirones.
En aquella ocasión no pudimos completarlo; ya que tuvimos la mala suerte de que en esos días estuvo lloviendo fuertemente en toda la zona y el agua nos cortó el paso cuando no llevábamos ni la mitad del recorrido. Volvimos a salir por Ojáncano y dejamos la travesía completa como una asignatura pendiente que retomaríamos en el futuro.
Y llegó el futuro, y planeamos volver. Esta vez, para que no nos pasara lo mismo, marcamos la salida para el verano, ya que imaginamos que era poco probable que lloviera en esas fechas.
Pues no, justo unos días antes de la entrada prevista, empezó a llover en la zona y lo estuvo haciendo hasta el mismo día que entramos, pero ya lo teníamos previsto desde hacía tiempo y fuimos de todas formas, con la esperanza de que no hubiese demasiada agua dentro de la cueva.
Encontrar la entrada de Ojáncano fue fácil; ya que habíamos estado antes y, además, está muy cerca de la carretera. De hecho está pegando a la misma, sólo hay una subida, de unos cuatro metros de desnivel que no es tan fácil de subir como parece, por la pendiente que tiene y la hierba, que hace que resbale más que si estuvieras pisando hielo.
La boca de entrada no tiene más de medio metro de altura y no llega al metro de anchura, lo que significa que hay que entrar reptando y engancharse directamente a un pasamanos de unos dos metros de largo que hay montado, ya que ahí está el primer pozo, más bien pocito, porque debe tener unos cuatro metros de caída. Este pozo está montado en fijo.
No hemos hecho nada más que entrar y ya estamos manchados de barro, lo que avecina que muy limpios no vamos a salir de esta.

Ahora comenzamos la travesía destrepando entre bloques hasta encontrar un nuevo pasamanos y otro más después que nos aproxima a la cabecera de un P8, también montado en fijo, que se dirige al nivel inferior.
Colgado en uno de los pasamanos
Miguel bajando el P8
Una vez abajo, continuamos por un laminador, que si seguimos hasta el final llegamos a un P14 (montado en fijo), que si bajamos podemos recortar el recorrido de la travesía, pero a costa de meternos en una marmita que cubre, con lo cual iríamos mojados el resto de la cueva y nos perderíamos una zona muy bonita, que está en el recorrido tradicional.
El cocodrilo, cerca del P8



Entonces, no llegamos hasta el final del laminador; sino que cogemos un paso que hay a la derecha del laminador, como a unos quince metros desde que empieza, y ascendemos un poco, lo que nos lleva a una galería fósil bastante amplia y cómoda, además de bonita. Esta galería es fácil de pasar, aunque nos encontramos con algún caos de bloques y algún meandro.
Zona de espeleotemas
Continuamos hasta encontrar un pasamanos que nos acerca a un P10 (montado) que baja al río. Llegados aquí la cosa no pintaba bien. Se oía por abajo el río y daba a entender el ruido que llevaba bastante agua. Bajó Miguel a comprobarlo y, efectivamente, era una imprudencia seguir, ya que había un recorrido de más de media hora por el río y el peligro para nuestra integridad física era más que evidente.
Se produjo la unión
Rincón con decoración

Aunque esta vez llegamos bastante más lejos que la primera, no pudimos culminar la travesía y tuvimos que salir otra vez por Ojáncano.
Miguel bajando el P10 para comprobar el estado del río
Quién sabe si habrá una próxima vez y, si la hay, a ver si de una vez por todas tenemos suerte y no llueve justo cuando tengamos pensado hacerlo.
Zona cómoda de la cueva
Ya estamos fuera
En Liérganes, recuperando las fuerzas perdidas
Los moscorropios no hacen cuevas, pero disfrutan de lo lindo. Ese mismo día sorprendimos a dos haciendo guarreridas españolas.Esos si que saben.
A pesar de todo, nos gustó la experiencia y salimos satisfechos de nuestra jornada espeleológica en esta poco conocida travesía del paraíso cántabro.

Video de la salida espeleológica, cortesía de Miguel:

Video  montado por David: