sábado, 16 de mayo de 2015

Sima de la Cierva

                             
Participantes: David, Yolanda, José Manuel, y  Miguel
Tiempo estupendo, soleado y despejado 

El día era estupendo, de los que apetece salir al campo, y que mejor sitio que al bosque de Valsalobre.

Paramos en Sacedón, donde en el bar de la plaza tenemos por costumbre hincarnos un montado que le denominan Piripi, que aparte de ser media barra lleva un poco de todo (lomo, beicon, queso, tomate, mahonesa, etc), algo ligero.

Con la barriga llena nos dirigimos a Villanueva de Alcorón. Una vez pasado el pueblo, cogemos la pista que sale a mano izquierda de la carretera y que, cruzando un pequeño barranco por un puente de piedra, sube por una empinada cuesta que nos lleva a la parte llana del bosque.


La pista no está en muy buen estado para ir con un turismo, en este caso íbamos con la furgoneta de David que es algo más alta, y que después de unos 3km, aproximadamente, nos llevó hasta la misma boca de la Sima.

Un día perfecto en el que teníamos todo lo que nos hacía falta para disfrutar (buena temperatura, un sol radiante, una buena sima, buena gente y, lo más importante, las ganas de hacer espeleo).

Preparando la instalación en pozo de entrada
Con todos estos ingredientes, y sin más dilación, nos vestimos de Romanos, montamos las cuerdas y para abajo.

La última vez que estuvimos en esta sima, mirando en nuestro blog, hacía ya casi 7 años, cuestión ésta por la que es difícil acordarse de cómo estaba montada de anclajes.

Con la información que teníamos fui montando al libre albedrío. Anclamos un trozo de cuerda a un spit que hay a unos metros de la boca, montando un pasamanos hasta una placa y desde allí seguidamente en la vertical del pozo, una cabecera en Y en otras dos placas que encontramos instaladas en buen estado.

Bajando el P40 de entrada a la sima
El P40 de entrada lo fui montando en los anclajes fijos con chapa, que estaban en buen uso, aunque se me pasaron dos de los tres fraccionamientos que había, que me hicieron remontar para colocarlos. A unos ocho o diez metros había otro parabolt que no era necesario montar, ya que la cuerda no rozaba.

En el fondo del pozo continuamos por una grieta estrecha e inclinada, que nos llevó hasta una cornisa por la que hay que pasar por un quitamiedos de cuerda instalada en fijo, para asegurar el paso y bordear la cabecera del pozo de 31 metros  que nos queda a un lado.

Cabecera del P30, paso estrecho
Seguimos de frente por la galería incómoda y estrecha que nos lleva a la cabecera del pozo de 30 m. La boca del pozo es estrecha y a un par de metros por debajo se estrecha algo más en forma de grieta, en la que se debe pasar en la posición adecuada para no quedar atascado.

La cabecera tiene algunos parabolts donde monto la cuerda y comienzo a bajar pasando la grieta estrecha sin problemas, y a unos dos metros aproximadamente más abajo, instalo un fraccionamiento y espero a José Manuel, para indicarle y ayudarle si es necesario a pasar el estrechamiento.

La maniobra de José Manuel es correcta y pasa justo, por lo cual en esta ocasión no tuvimos que usar la vaselina especial para gateras verticales (cuatro patadas). Sigo descendiendo el pozo mientras José Manuel se queda para indicar a David y a Yolanda para que puedan también pasar la estrechez sin atascos.
David en la base del P30
El pozo de 30 metros continua en forma de diaclasa y se ensancha un poco hasta una obstrucción a 8 metros del suelo, donde me obliga a colocar otros dos fraccionamientos para que no roce la cuerda.

Dos espeleo-romeros contentos antes
 de pasar la gatera de acceso al P17 
Una vez en la base del pozo continuamos por una gatera estrecha que sale a ras del suelo y que nos hace retorcernos un poco, con piedras sueltas y rocaje vivo, que se clava con gran facilidad en nuestras carnes como si se tratara de una tortura china, que nos resulta incómoda y que nos lleva a la cabecera del pozo de 17 m. Desde allí y mientras instalo la cabecera aprovecho, enfocando hacia el fondo, para tener una vista espectacular de la profundidad que tiene, al estar unido con el siguiente pozo de 52 metros que impone respeto.

Un corto pasamanos y una placa en cabecera y por debajo un spit me permiten llegar hasta un estrechamiento del P17 donde vuelvo a fraccionar en otra placa, para terminar de bajar el pozo que te deposita en un pequeño balcón con la cabecera del P52 en la pared de la izquierda. De las 4 placas que te acercan a la vertical dejo de utilizar la última, al ser la más expuesta ya que a unos 18 m aproximadamente por debajo, el pozo se convierte en diaclasa y me obliga a fraccionar igualmente aunque la hubiera utilizado.

Se desciende cómodamente y con otros dos fraccionamientos también con placa se llega al fondo del pozo sin mayor problema.

José Manuel y Yolanda decidieron en esta ocasión no bajar hasta el fondo al saber que solo termina la sima en una grieta sin más que ver.

David se animó a bajar hasta el último fraccionamiento donde al ver la grieta del fondo decidió comenzar la subida.

Dejando a David un poco de ventaja, empecé la subida desmontando los dos últimos pozos y recuperando la cuerda de 100 m que utilizamos para su descenso.

En la base del pozo de 30, donde nos esperaban nuestros compis José Manuel y Yolanda, aprovechamos para hidratarnos un poco con agua y acuarius y tomé la delantera subiendo el primero el P30, para así poder indicar a Joselillo y a los demás como pasar la estrechez de la cabecera y evitar tener algún problema de atasco.

Después de indicar la posición adecuada, José, al igual que Yolanda y David, que iba  desmontando el pozo, no tuvieron ningún problema en pasar.

Sin más dilación recogimos la cuerda y volvimos hacia el P40,  que también subí el primero y así aprovechar para echar una cuerda y recuperar las sacas de material que aliviara la subida de los demás.

También en esta ocasión fue David quien se encargó de desmontar el pozo de salida.

Como resumen podemos decir que la Sima de la Cierva, siendo la cavidad más profunda de esta zona es una sima exigente, no tanto por las dimensiones de sus pozos si no más por las galerías estrechas que los unen al igual que la cabecera estrecha e incómoda del P30.

Los anclajes están en perfecto estado, no tuvimos que utilizar, creo recordar, más que 4 spits en total, que también estaban en buen uso.

Utilizamos un trozo de 15 y una cuerda de 50 metros  para el pasamanos de acercamiento y el P40. Para el P30 utilizamos una cuerda de 40 y para los dos últimos pozos el de 17 y el de 52 metros, utilizamos una cuerda de 100 m.

Una buena actividad, en la que pusimos a prueba nuestros dos nuevos socios David y Yolanda y en la que pudieron demostrar las ganas que tienen de hacer espeleo y que estuvieron, teniendo en cuenta la dificultad de esta sima y salvo un puño desmadrado, muy a la altura de las circunstancias. Enhorabuena chicos.


El video resumen en el siguiente enlace: https://youtu.be/EdKC9a_Pr68 editado por David. Y en el: https: https://youtu.be/3LOd53W6VBQ otro editado por Miguel y el último video editado por José Manuel https://youtu.be/CUljzR5-OfM